Chrome, privacidad e integración con Google
Si hay algo que destacaría en los comentarios en español de las noticias relacionadas con el lanzamiento de Google Chrome, es la evidencia de un temor al poder de la compañía del buscador y la sospecha de que se trata de un instrumento más para "tener más información sobre nosotros". A esas preocupaciones había que sumar las que muchos manteníamos acerca de la integración de Chrome con otros servicios de Google, el que ofreciesen un navegador que no fuese "neutral" a la hora de escoger aplicaciones web.
Lo cierto es que una vez probado, Google Chrome ha mostrado que sus creadores no han cruzado las líneas rojas de neutralidad que debe mantener un navegador web. Matt Cuts ha salido al paso de lo que él llama "paranoia" (yo más bien diría "sana preocupación") indicando qué información se envía a Google desde Chrome. Con la credibilidad que les otorga ofrecer el código fuente y analizando la política de privacidad tenemos que:
La barra de navegación "Omnibox" viene activada con la opción de "sugerencias inmediatas". Esto hace que cada vez que introduzcamos un carácter en ella, se envíe a Google para que pueda ofrecer estas sugerencias, para las que también se utiliza el histórico de navegación. Ojo, la dirección final a la que navegamos no se envía, la búsqueda sólo llega a Google si lo tenemos como motor de búsqueda elegimos como predeterminado en Chrome (se elije en la instalación y es modificable en cualquier momento).
Chrome modifica las páginas 404 que pesen menos de 512 bytes y las sustituye por una "más amigable" en la que sugieren otras y ofrecen una caja de búsqueda. Para esas sugerencias, envía información de la URL a Google. Al igual que la funcionalidad anterior, se puede desactivar como explican en la página de soporte.
Chrome se conecta a Google para comprobar actualizaciones (cada 25 horas) y cada 30 minutos para descargar una lista de páginas consideradas malware o pishing.
El envío de errores y de información sobre el software para depurar la beta está desactivado por defecto.
El aspecto más peliagudo desde el punto de vista de la privacidad es sin duda el envío de lo que escribamos en la barra de navegación para ofrecer sugerencias. Permiten desactivarlo, pero no elegir otro proveedor (como tampoco lo hacen como detector de pishing/malware), algo que no estaría de más, así como venir desactivado por defecto. El equilibrio entre privacidad y funcionalidad ofrecida se quiebra en el preciso momento en que viene preactivado, sobre todo porque la mayoría de los usuarios no es consciente del envío de información ni cambia la configuración. Su justificación es que esta barra Omnibox transmite la visión de navegador de sus creadores: la integración del buscador en la navegación de forma transparente para el usuario, asimilando el comportamiento que tienen muchos navegantes, que en lugar de escribir URLs, escriben el nombre en la caja de búsquedas.
Queda un último punto "peliagudo" que encontramos en las condiciones de privacidad:
En su copia de Google Chrome encontrará uno o varios números de aplicación exclusivos. Tanto estos como los datos facilitados al instalar el navegador (por ejemplo, el número de versión, el idioma, etc.) se enviarán a Google cuando instale y utilice el navegador por primera vez, así como durante las actualizaciones automáticas de este. Si opta por enviar a Google informes de error y estadísticas de uso, el navegador enviará dicha información junto al número de aplicación exclusivo. En estos informes pueden incluirse datos referentes a archivos, aplicaciones y servicios en ejecución en el momento del error. Estos documentos nos resultan útiles para diagnosticar e intentar solucionar cualquier problema que afecte al navegador.
El tema de los identificadores únicos de máquinas / instalaciones software fue bastante polémico durante la aparición de Windows XP, que incorporaba un mecanismo de este tipo para controlar las activaciones del producto. De nuevo, el ofrecer el código fuente fortalece la posición de Google de que no lo usarán más allá de lo mencionado arriba: al instalarse con la información de la versión y al enviar informes de errores si accedemos a hacerlo.
No voy a decir que Google Chrome es un lanzamiento inocuo, de hecho estoy convencido de que va a ser punta de lanza para influir en los estándares de las aplicaciones web del futuro, pero definitivamente no es un instrumento de espionaje de Google ni fuerza de forma grosera la integración con el resto de sus servicios.