Cambios en Periodistadigital.com
Todos los que leemos la prensa digital hemos asistido a un debate-enfrentamiento: por un lado los medios con contenido de pago (El Mundo, El País)y por otro el medio gratuito Periodista Digital. El origen del problema era que PD reproducía contenido de los otros dos medios con la oposición de éstos, por lo que se podía acceder gratuitamente al contenido de ambos. El tema estalló cuando PD presentó en exclusiva la entrevista a Tony King, que consiguió gracias a la condición de abogado de David Rojo, director del medio. La polémica alrededor de la ética de esta acción ha hecho que haya sido postpuesta durante un mes. Los medios de pago interpusieron un requerimiento notarial para el cese de la publicación de su contenido en PD, con una fecha "ultimátum". Ante ello Rojo inició una cruzada enarbolando la libertad de expresión y su entendimiento, más bien curioso, de ampararse en el derecho de citación para reproducir contenidos de terceros en su servidor. Incluso otros medios afines y el suyo organizaron un encuentro de medios digitales, para recalcar su importancia y comenzar a organizarse como gremio frente a los medios tradicionales con presencia en Internet.
El requerimiento ha tenido su efecto: ya no podemos encontrar en PD ningún contenido de pago ni del Mundo ni del País, es más, han desaparecido incluso sus incisivos artículos sobre Pedro Jota (uno sobre una condena a este por coartar la libertad de expresión de uno de sus periodistas se perpetuaba en portada de PeriodistaDigital). Se acabó leer gratis a Millás, a Ortiz, a Albiac y a Montero, a partir de ahora habrá que pasar por caja (por cierto ABC también se ha pasado a este modelo de publicación).
Definitivamente el debate sobre si la libre de difusión de la información en Internet ha sido "cercenada" mediante la interposición de tarifas para acceder a ella, tendrá que ser pospuesto: este caso no iba de eso, iba simplemente de aprovechar el trabajo ajeno y además enarbolar la libertad de expresión para justificarlo. Aunque uno preferiría seguir leyendo a sus columnistas favoritos cada mañana con el café, tendrá que conformarse con sus bloggers favoritos, y ahí creo que hay un punto interesante en la polémica. Haciendo de pago el contenido se pierde influencia, creación de opinión y posibles lectores del medio escrito. Hay mucha información libre por la red, sobre todo de parte del sector "amateur", blogosfera incluida, no hace falta leer además El País para estar al día y todo esto servirá, sobre todo, para constatarlo.