La bajada de precios del iPhone
Hoy ha habido "keynote" de Apple. Nada demasiado destacado en realidad - quizás el iPod Touch, al que le veo sentido en ciudades con una red Wi-Fi municipal, pero no más allá de eso - aunque interesante observar las reacciones a la rebaja en el precio del iPhone (Xataka). Nada más y nada menos que 200 dólares, que se dice pronto, de un día para otro por el teléfono de Apple.
En realidad no deja de tener sentido como apunta consultor. Toda empresa aspira a cobrar el máximo que cada cliente esté dispuesto a pagarles, sólo que esto a veces es complicado de conseguir. En un restaurante al que voy alguna vez, el menú a mediodía entre semana es de 9 euros, cenar un sábado sale por 30. ¿El motivo? Básicamente que quien sale un fin de semana está dispuesto a pagar más que alguien que almuerza en medio de la jornada laboral. Lógicamente, reservan algunos platos para que nadie se sienta "idiota", pero no es algo que se pueda explicar desde los costes.
El amigo Jobs ha hecho lo mismo. Primero ha sacado el iPhone a un precio inflado porque sabe que los usuarios típicos de sus productos son muy adictos a la marca y tienen gran poder adquisitivo, algo que no ocurre con la gran mayoría de los que compran teléfonos. Ahora aspira llegar a estos últimos, que no están dispuestos a pagar tanto por un iPhone. ¿Una treta? ¿es para sentirse engañado? Bueno, también se puede pensar que se ha pagado por tener el iPhone durante más tiempo, por vacilar y ser el primero. Es lo único que queda porque Apple ni siquiera ha tenido el detalle de reservar para ellos algunos platos de la carta.