La crisis de Alta Films, la inevitable transición hacia internet y Filmin

Merece la pena leer el artículo de ayer en El País sobre la crisis de Alta Films - a la que etiquetan de "fin" pero más bien parece que esta inserción en la "agenda pública" quiere suscitar vías de salvación - con las declaraciones de su propietario Enrique González Macho.
Las causas a las que apunta son que
la gente ha dejado de ir al cine, el DVD está arruinado y las televisiones, sobre todo la pública, ya no apoyan al cine español ni al cine de autor en general
con lo que, para mi sorpresa, ha dejado fuera a la "piratería".
El caso es que no puedo estar de acuerdo con sus conclusiones, sobre todo la referida a que
El público español de cine de autor en salas irá desapareciendo a medida que se vaya quedando sin oferta... y eso es el peor aspecto posible de la globalización, porque nos vamos a quedar con un único tipo de cine que ver
porque estoy convencido de que la demanda no se genera en la calle sino que se genera en la red. De hecho cuando un producto es minoritario - y aquí parece claro que el público español ha decidido que al cine va a ver otro tipo de cine - es en internet donde tiene la posibilidad de no estar sometido a la imposición de la escasez y las mayorías.
Ahí tenemos un proyecto estupendo como es Filmin que además provee a quienes por localización - pueblos, provincias - o por circunstancias - ejemplo de un servidor con nenes que no puede ir a la cine a ver a Haneke - no podía ver las películas en "pantalla grande".
Claro que no es un sustituto y que es una pena el cierre de cines míticos. Recuerdo con tristeza cuando estuvo a punto de acabar el cine Albéniz de Málaga, el único que nos ofrecía dosis de algo diferente a muchos en la ciudad. Lo que no tengo tan claro es que quienes preferimos este tipo de cine podamos justificar que otros nos lo sufraguen vía las televisiones públicas (donde sí entiendo que debería haber una selección bajo el criterio de valoración artística y no comercial, aunque servidor no es muy amigo del modelo actual de tele del estado) ni de que esto vaya a matar al cinéfilo.