¿Fin de las actualizaciones para los Windows piratas?
Probablemente no, pero al menos cabe hacerse la pregunta ante la última maniobra de Microsoft. Desde Redmon se ha habilitado un chequeo de la licencia que se están encontrando algunos usuarios en Windows Update antes de realizar las descargas para actualizar Windows. De momento sólo aparece a algunos clientes y no contestar no introduciendo el código de la licencia no tiene consecuencias, se puede realziar la descarga en cualquier caso. Ahora bien, Microsoft no descarta hacer esta comprobación obligatoria que en boca del director de su unidad de clientes, David Lazar, es "un primer paso para una mejor experiencia para los legítimos clientes de Microsoft".
El mismo Lazar afirma que habrá una primera fase en la que participarán 20000 clientes y en función del balance que hagan de esa fase se decidirá si se expandirá el programa y se hará obligatorio para cualquier descarga de actualización de seguridad para Windows. Como cuentan en ZdNet esta primera fase duraría entre seis semanas y tres meses.
Microsoft ha puesto el punto de mira en los usuarios de Windows sin licencia y dejarlos sin actualizaciones, que conociendo Windows es prácticamente un suicidio en seguridad informática, es la amenaza con la que se presentan. Ahora bien, por un lado no sería de extrañar que alguien consiguiera saltar el testeo o que comenzaran a pulular en las redes P2P software con las actualizaciones para equipos sin licencia. O quien sabe, quizás un importante porcentaje de los que no tienen licencia se pase a Linux y les salga el tiro por la culata. Y es que el hecho de que Windows este en cada casa, sea pirata o sea legal, es el mejor modo de asegurarse que su usuario desee tenerlo en el escuela o en la oficina. Incentivar a los clientes (aunque no sean de pago) a pasarse al rival es quizás la peor táctica que podrían adoptar.