La gran tendencia tecnológica del momento: exprimir a tus usuarios hasta sacarles el último euro
Amigas, amigos, seguimos con el resumen de tendencias tecnológicas de la semana… que durante el verano tendrá una cadencia irregular: es improbable que el próximo viernes nos leamos.
Saludo especialmente a un montón de nuevos lectores que llegan desde Tech101, espero que el menú les interese como para quedarse.
Cada vez a pagar más por todo en internet: enshitificación, tipos de interés cero y negocios que no son negocio
Subida de precios de Spotify, también de Disney+; hace poco Netflix empezó a cargarse su plan básico en algunos mercados (es decir, subida de precios); también tenemos anuncio de Dazn de aumento de la cuota y no dejaría de anotar que Tinder prepara una suscripción nueva por 500 dólares al mes.
Hace unos meses analizábamos la creciente tendencia hacia opciones de pago que estaba explotando en la web gratuita en este artículo:
En el caso de los servicios de pago hay momentos diferentes de estas empresas de contenidos, pero también puntos en común. Spotify sigue estando en unas pérdidas y en una situación estratégica delicada. Mientras que Netflix dejó el modelo de “compro derechos que también tienen otros” para ir hacia lo que hacía HBO con producción propia que te diferencia, Spotify va a sufrir la presión de los Apple y Amazon que tienen el mismo catálogo (los podcast no le han dado para hacer un Netflix) y, posiblemente, pueden perder dinero durante más tiempo.
En todos sucede que la persecución del crecimiento indefinido sin un mercado que ofrezca la posibilidad de aumentar como al principio en la base de clientes (Netflix sufre la fiebre de servicios similares, en todas estas plataformas los propietarios de derechos quieren capturar el máximo valor posible), el camino es exprimir a los actuales con la confianza de que la gran mayoría no va a encontrar un sustituto más barato.
Cory Doctorrow apunta al fenómeno de “enshitification”, el proceso por el cual las plataformas digitales comienzan ofreciendo valor a sus usuarios, pero con el tiempo y una posición más dominante del mercado priorizan sus propios intereses financieros a expensas de la experiencia del usuario. Hay casos claros en los que no puedo sino darle la razón: la saturación publicitaria insoportable de Youtube (o pagar para no tener anuncios) o cuando desde DAZN suben el precio hasta 40 euros al mes y como argumento apuntan a que “una de las grandes novedades esta temporada va a ser que los aficionados votarán el MVP de cada partido”.
El caso de Tinder me parece especialmente llamativo, van a probar si otorgando los suficientes privilegios en su app hay muchos usuarios con 500 euros para gastarlos en un servicio de ligues. Su estrategia para por centrarse no ya en aumentar usuarios sino en exprimir a los que saben que no van a abandonar la aplicación: los usuarios de pago del grupo Match cayeron un 5% interanual, pero los ingresos aumentaron un 4% en el mismo período.
¿Eran el Netflix compartido entre varios hogares, el Spotify a pérdidas y los clones de servicio de streaming pagando millonadas a estrellas de la televisión fruto de muchos años de tipos de interés a cero y por tanto mucho dinero barato invertido en apuestas dudosas e inversiones en crecimiento? En la pieza de Javier Lacort con Joan Tubau, Anxo Bastos y Alejandro Nieto discuten cuanto de la pequeña burbuja tech de los últimos años obedece a este contexto económico. Si algo sí que parece efecto del fin de los tipos a cero, es que Cabify y sobre todo Uber estén en beneficios por primera vez.
Creo que cada argumento que hemos planteado tiene parte de la explicación de lo que está sucediendo con los contenidos y otras empresas de internet.
Los tipos de interés a cero con mucho dinero barato disponible han permitido más de una década de empresas centradas en el crecimiento de usuarios y no en la rentabilidad. Uber puede ser el paradigma de esto, pero también apuestas enormes en contenido propio por plataformas de podcasting o del enésimo clon de Netflix.
El fenómeno “enshitification” existe, sobre todo en empresas que han conseguido una posición dominante y pueden restar valor al usuario sin perder cuota en esa carrera del crecimiento indefinido... pero no lo explica todo (a nos ser que como Doctorrow uno compre el argumento de que el capitalismo y la gran empresa todo lo corrompen y empeoran). Uno no puede analizar Spotify sin apuntar al enorme valor que ha creado para el usuario que, por el precio de 7-8 cds al año, tienen todo el catálogo.
Por último tenemos a las que de forma estratégica están en una posición poco fuerte de la cadena de valor, como Spotify o los medios de comunicación: son otros los que tienen la sartén por el mango (propietarios de derechos, agregadores y plataformas) y quienes más ingresos captan de la economía de su sector.
Relacionado:
Las posibilidades de Elon de hacer un WeChat con X
Varios artículos como el de Inma Bonet en El País o el de Javier Pastor en Xataka han discutido en qué consiste WeChat y qué posibilidades tiene Elon de convertir la aplicación anteriormente conocida como Twitter en algo similar: una “super app” con pagos, comercio electrónico y la capacidad de “gestionar todo tu mundo financiero”.
Mis dos céntimos sobre el asunto: además de las objeciones ya apuntadas sobre todo en la pieza de Javier, Apple (o ya puestos, Google) no va a permitir que sobre su plataforma se cree el gran negocio financiero central en las compras y consumo de los usuarios sin comisionar. Una cosa es una aplicación con pagos, que es a lo que puede aspirar Twitter y otra servir de plataforma a otras aplicaciones (cuyos incentivos para entrar ahí son muy discutibles), que es entrar en competencia con Apple y su control del iPhone. Por cierto, ésta hace poco ha conseguido una nueva victoria judicial que refuerza su modelo en Estados Unidos, pueden impedir a las aplicaciones ofrecer enlaces para modos de pago alternativos que evitan la comisión del 30% que exige Apple.
Irónicamente, Elon Musk puede tener un ejemplo del riesgo de construir sobre la plataforma que controla otro en su propia aplicación. Al usuario “@music” le han hurtado su nombre y se lo han cambiado porque Twitter (perdón, X) tiene ahora planes para él.
El movimiento reaccionario contra el teletrabajo se hace fuerte matando el “remote first”
Se está señalando como final de la explosión del teletrabajo que trajo la pandemia la exigencia de Zoom ¡de Zoom! a sus trabajadores de volver a la oficina y trabajar presencialmente. El caso es que también tenemos lo que explica Ángel Jiménez: para tratar de convencer a los empleados de que vuelvan a las oficinas Google les ha puesto un hotel a 99 dólares por noche. El texto de la promoción intenta persuadir con"Imagínate no tener que conducir por la mañana y, en su lugar, dormir una hora más". Suena a feudalismo guay, pero también puede ser razonable para quien vaya sólo unos días al mes.
Compartí en Twitter (perdón, en X) esta pieza de Alicia Adamczyk, cuya tesis es que el teletrabajo y el ahorro de tiempo (y dinero) en moverse a la oficina ha estimulado el consumo en EEUU hasta tal punto de evitar la recesión. Teletrabajar hace más probable que los trabajadores salgan durante la tarde y la noche, que estiren los fines de semana, que tengan más tiempo libre en definitiva y consuman más.
En las empresas, cita la pieza, tenemos que casi la mitad (42%) con mandatos de regreso a la oficina registraron un nivel de bajas de empleados superior al previsto. Y casi un tercio (29%) de las empresas que imponen el regreso a la oficina están teniendo dificultades con la contratación. A favor del argumentario de esta nueva oleada de compañías que quieren evitar el teletrabajo tenemos piezas como la de The Economist, que apuntan a una pérdida de productividad.
Yo mantengo dos tesis, una de hace mucho tiempo (cofundé una empresa con la mayoría de empleados en remoto en 2004) y otra más reciente: el teletrabajo exige cambio en los procesos para favorecer la asincronía y una cultura fuerte que lo abrace y lo proteja cuando hay empleados “presenciales”. Si no, ciertamente tendrás pérdida de productividad y mucha fricción y división interna; por otro lado, es ingenuo esperar que el nivel alcanzado de trabajo en remoto en el pico de la pandemia se mantenga, lo razonables es que ahora baje pero tenga un suelo más alto que el prepandémico. La resolución de todo esto nos dirá mucho del momento de poder de negociación entre empresas y empleados.
Breves
Por supuesto, Apple colabora con la censura de Putin en Rusia. Meduza.
Qué es RPG in a Box: crónica de nuestra primera game jam. Metalúdica.
La protesta de Reddit por fin ha terminado. Reddit ha ganado. Gizmodo. (a largo plazo no estoy tan seguro de la rotundidad del titular).
La demanda de 5.000 millones de dólares contra Google por el rastreo del "modo incógnito" avanza un paso más hacia el juicio. The Verge.
Tras años compartiendo “hot takes”, los creadores están "cansados de opinar". Bustle.
Glosario amigable de conceptos clave sobre Inteligencia Artificial. Carlos Guadián.