"La chica mecánica", de Paolo Bacigalupi. Biblioteca Error500
El petróleo se ha agotado y ninguna sociedad avanzada estaba preparada para ello, por lo que se ha producido una fuerte regresión a tiempos pretéritos en energía; las patentes genéticas están en manos de unos pocos y la experimentación con transgénicos generó varias plagas devastadoras; los animales diseñados en laboratorio rompieron los equilibrios en los ecosistemas y supusieron la extinción de la mayoría de especies, como los gatos; hay una nueva edad media religiosa, plagada de cultos, supersticiones y fanatismos; las grandes corporaciones tienen más poder que los estados, con cuya soberanía rivalicen para hacer valer sus patentes y dominio de la genética.
En el mundo distópico de "La chica mecánica" no falta casi ningún elemento de los temores más "conspiranoicos" de la actualidad, trasladados a la Tailandia del siglo XXII, donde el país se encuentra en una constante tensión entre el ministerio de comercio (partidario de abrirse al exterior) y el de medio ambiente (que aboga por mantener la ortodoxia aislacionista que les ha salvado hasta ahora).
En ese terreno Paolo Bacigalupi planta a un ejecutivo de la corporación Agrigen - Anderson, cínico y ambicioso - a Hock Seng - anciano chino que huyó de la matanza de su pueblo por fanáticos musulmanes - a los "camisas blancas" Jaidee y Kanya - sobre el papel quienes mantienen los principios en una sociedad corrupta hasta la médula - a un pirata genético con delirios de grandeza que ha conseguido que en Tailandia se vuelvan a ver nuevas frutas de nuevo y a Emiko, la chica mecánica, una "neoser" programada para obeceder, despreciada socialmente y sometida en un espectáculo de explotación sexual.
Entre un mundo fantástico y un thriller trepidante
El gran hallazgo del libro de Bacigalupi - por cierto, premio Hugo 2010 - es conseguir hacer creíble este mundo construido a partir de las proyecciones más pesimistas del actual. El futuro que dibuja es un hijo bastardo y con malformaciones entre la edad media, la sociedad capitalista occidental y la tradición asiática. Para introducirnos no hace demasiadas concesiones didácticas, desde el primer momento nos dispara con terminología de la "neolengua", tecnologías futuristas chirriantes (porque su innovación procede de intentar conseguir algunos efectos de los combustibles fósiles sin ellos) y un abanico de personajes que muestran desde el principio que el choque de intereses provocará una lucha de la que la mayoría no puede salir bien parado.
¿Qué se sucede a partir de todas estas premisas? Pues un thriller bastante correcto, con algunos momentos de muy buen nivel y, en general, entretenido a pesar de no vislumbrarse el cenit de la historia la mayor parte del rato. No tan facilón como la mayoría de best-sellers de la actualidad (aunque sea por aquello del esfuerzo por entender el contexto y reconstruir lo sucedido en dos siglos a través de elipsis), pero muy en la línea de la literatura para el entretenimiento que uno hacía mucho que no frecuentaba y a la que no está nada mal regresar de vez en cuando.
Los límites de la chica mecánica
Probablamente donde la novela resulta menos conseguida es en el tratamiento del personaje que aparece en el título. La Chica Mecánica es una constante en la ciencia ficción, el debate de lo que es verdaderamente humano a través de seres artificiales construidos a nuestra imagen para servirnos. Los robots de Asimov o los replicantes de Dick vienen a la mente cada vez que Emiko sufre de su condición, explotada y esclava, humillada por humanos "no óptimos", mientras que su "programación" le impide dar rienda suelta a sus fantasías de liberación.
Y digo que quizás no aporte demasiado porque por un lado la trama se come al personaje, que pasa a un rol menor dentro del constante movimiento del autor entre el reparto coral y por otro Eneko sólo se diferencia en lo sórdido de sus referentes en la literatura. La Chica Mecánica finalmente tiene mucho más que ver con una novela emocionante y bien ambientada que con una reflexión sobre la condición humana.
Se puede comprar en tapa dura y en libro electrónico, en Amazon lo tienen, pero el ebook no es muy económico